Construimos ciudades levantando muros
y, con los mismos muros, fabricamos mundos.
Levantamos paredes que, al crecer, separan
esos mundos pequeños que cada uno se hizo.
Vivimos aislados en esos nuestros mundos,
sin recordar que, en los muros, se horadaron ventanas.
¿Abriremos caminos? ¿Traspasaremos umbrales?
¿O esperaremos hastiados a que, muro a muro,
la ciudad… se caiga?
ana gonzález, armapalabras